A medida que la popularidad de los vehículos eléctricos se dispara, también se han puesto de relieve las preocupaciones sobre su impacto en nuestra salud. En 2010, solo había 17.000 coches eléctricos en las carreteras; en 2024, esta cifra se ha disparado a más de 40 millones. Ahora que cada vez hay más ciudades que imponen restricciones a las emisiones, los vehículos eléctricos se están convirtiendo en la opción preferida de los consumidores preocupados por el medio ambiente. Sin embargo, aunque estos vehículos reducen las emisiones de carbono, introducen una nueva preocupación: la radiación de los campos electromagnéticos (CEM).
La evolución de los coches eléctricos
Los coches eléctricos no son un concepto nuevo. Su origen se remonta a 1832 y eran muy populares a principios del siglo XX, especialmente en las zonas urbanas. Sin embargo, la llegada de la gasolina barata y la mejora de las infraestructuras propiciaron el predominio de los vehículos a gas, y los coches eléctricos desaparecieron en 1935. Si nos adentramos en el siglo XXI, la necesidad de combatir el cambio climático ha reavivado el interés por los vehículos eléctricos, que ahora están equipados con tecnología avanzada y ofrecen importantes beneficios medioambientales.
Comprender la radiación electromagnética
La radiación electromagnética es una emisión de baja energía que emiten los dispositivos electrónicos, incluidos los vehículos eléctricos. Si bien es invisible, la exposición prolongada a ella se ha relacionado con problemas de salud, como daños celulares, fragmentación del ADN y trastornos neurológicos. Los automóviles eléctricos, en particular, emiten radiación de frecuencia extremadamente baja (ELF) debido a sus grandes baterías y circuitos electrónicos.
El ejemplo de Tesla
Tesla, líder en el mercado de vehículos eléctricos, ha revolucionado el diseño de los automóviles al integrar sus componentes en partes invisibles del vehículo. Sin embargo, la colocación de su gran paquete de baterías debajo del habitáculo del automóvil genera inquietud por el aumento de la exposición a la radiación ELF. Los estudios han sugerido que la exposición prolongada a la radiación ELF puede aumentar el riesgo de cáncer y otros problemas de salud.
Comparación de la radiación electromagnética en vehículos eléctricos y de gasolina
Si bien todos los automóviles emiten algún nivel de radiación electromagnética debido a sus componentes electrónicos, los vehículos eléctricos son particularmente preocupantes debido a sus potentes baterías. Por otro lado, los automóviles que funcionan con gasolina dependen principalmente de una pequeña batería para poner en marcha el motor y los accesorios, lo que emite niveles más bajos de radiación electromagnética.
El efecto de la jaula de Faraday
La estructura metálica de los automóviles actúa como una jaula de Faraday, atrapando y amplificando la radiación electromagnética dentro del vehículo. Este efecto, combinado con la presencia de múltiples dispositivos electrónicos, puede aumentar la exposición a la radiación nociva, especialmente durante viajes largos.
Cómo reducir la exposición a los campos electromagnéticos mientras se conduce
Si bien es difícil evitar por completo la radiación EMF en los vehículos modernos, existen formas de minimizar su exposición:
- Limite el uso de dispositivos electrónicos: mantenga su automóvil lo más libre de dispositivos electrónicos posible, especialmente en viajes largos.
- Utilice el modo Avión: apague su teléfono o cámbielo al modo Avión para reducir la exposición a la radiación.
- Evite Bluetooth: utilice un cable de audio en lugar de Bluetooth para escuchar música.
- Apague los sistemas innecesarios: desactive los sistemas informáticos a bordo cuando no estén en uso.
- Use ropa protectora: la ropa protectora puede bloquear hasta el 99% de la radiación EMF.
- Conduzca menos: opte por montar en bicicleta o caminar siempre que sea posible.
Conclusión
A medida que avanzamos hacia el futuro de los vehículos eléctricos, es fundamental que tengamos en cuenta los posibles riesgos para la salud asociados a la radiación electromagnética. Si bien los vehículos eléctricos son mejores para el medio ambiente, también presentan sus propios desafíos. Si tomamos precauciones sencillas, puede reducir su exposición a la radiación electromagnética y proteger su salud mientras disfruta de los beneficios de un transporte ecológico.